En el aula todos
tenían opinión, pero ninguno quiso darla en voz alta. A lo sumo un cuchicheo
con el vecino, una crítica breve, una ironía mordaz o benevolente
Dios, para muchos, era un concepto
religioso que les resultaba ajeno, fantasioso y lejano; para otros era una
figura celestial, de respetuoso culto y de
decisiva influencia en sus valores y conductas. Pero tanto a unos como
a otros les resultaba difícil entender
qué tenía que ver Dios con el sexo, pues ni supuestamente lo debía tener ni lo
necesitaba practicar.
Sí, Dios y el sexo -insistió el profesor- ¿Tienen la misma razón de ser?
Está como una regadera. Como se
entere mi madre. ¡Blasfemia! ¡Ahí tus huevos! A éste lo excomulgan. No dura ni
una semana. Tiene libertad de cátedra. Lo que tiene son cojones.
Tal vez las ideas de Dios y
de sexo sean más afines de lo que pueda parecer -les aclaró-, pues ambos son
conceptos que hacen referencia a la creación de la vida, son prometedores de
gloria, celestial o próxima a lo imaginado, y constituyen razón de eternidad... ¿Y amor? ¿Quién de ustedes duda que en el sexo siempre hay un componente amoroso, aunque sea egocéntrico?
Esperó un instante, para dar
tiempo a que las mentes reflexionaran sobre la cuestión, y continuó su
discurso.
Bloch definía la Sexología,
como la ciencia de lo sexual, es decir, de las manifestaciones y efectos de la
sexualidad en las vivencias corporales y espirituales, individuales y sociales,
de acuerdo con la doble naturaleza propia del impulso sexual, sus lados
biológico y cultural. Tiene la función de constituirse en la ciencia
integradora de aquellas otras que estudian al ser humano de una forma
parcelada, constituyendo el nexo de unión, el elemento aglutinador de las
partes que le forman, pretendiendo con ello entenderlo en su totalidad,
comprenderlo en su individualidad y en su relación con los otros individuos y
con el mundo.
Podemos decir, que la Sexología
es la única ciencia que estudia al ser humano como ser humano, esto es, como un
todo.
¿Dudas?
Se miraron entre sí durante
un instante después de haber salido de su asombro. Estaban desconcertados. Esto
no se parecía a lo que prometía. Podía ser un muermo. Habrá que esperar.
Parecía interesante. A ver por dónde nos sale. Espero que no se enrolle
demasiado.
Mientras se miraban entre ellos,
desorientados por su discurso, hubo quién se recreó con la belleza de otro y
esperó su mirada y sonrisa complaciente.
La Sexología surgirá
eminentemente como una ciencia biológica y, sobre todo, médica, destinada
prioritariamente a combatir el sufrimiento y los problemas de carácter sexual…
La nueva parrafada y la
frustración en su deseo, de aquél que buscaba la seducción en su cortejo a
distancia, le devolvió la atención al profesor.
Wolf, en 1914, decía que,
"nuestra vida amorosa no es sólo puramente animal, sino también un
producto cultural". Pero los seguidores de Darwin consideran que no se
puede diferenciar entre naturaleza y cultura, hasta el punto de que Rickert
consideraba que “sólo la Biología, como ciencia de la naturaleza viviente, está
llamada a resolver los problemas de concepción del mundo".
¿Qué opinan? ¿Se puede
comprender al ser humano y su relación con el mundo solo con la Biología?
¡Sí! ¡No!..
Mayoritariamente, no
¿Es la cultura un aspecto
más del sexo?